Hoy me veo obligada a
escribir esto. Para compartirlo con todxs y para ver si así hago un poquito de ‘autoayuda’ y me lo meto
en la cabeza de una vez.
Con todo el tema del ‘bodyshaming’ a la orden del día, ya
sea por lo del famoso ‘#dontjudgechallenge’ las campañas de ‘tallas grandes’ o
la moda del ‘tigh gap’ y demás; tenemos bien caliente esto de cánon y complejo.
El caso es que el cuerpo de la mujer siempre ha sido una
especie de fetiche en todas las culturas. Por eso somos las que más nos machacamos con respecto al físico.
Intentaré ser clara. Aviso de antemano que el contenido
feminista va a ser obvio. Si eres un closeminded/machirulo, cierra ventana y
gracias por venir.
No me voy a remontar a siglos pasados porque esto
quedaría demasiado extenso, pero hagamos un repaso de distintas culturas (las
más populares) y su idea de belleza en el sexo femenino:
Asia: mujeres no muy altas, más bien de pequeña
o mediana estatura y tez clara. Anteriormente, en países como China, se usaba
vendar el pie de las niñas para que lo tengan pequeño; resulta que esto era
femenino (y machista a más no poder). Las mujeres caminaban a pasos diminutos.
Aún perdura esta costumbre en señoras de avanzada edad. En Tailandia sigue
existiendo una práctica peor aún, los collares de anillos para alargar el
cuello (seguro habrán visto alguna foto por ahí).
Revisión cultural: ¿por qué querrán que los pies sean
pequeños si eso no es para nada funcional?.
No es ningún secreto el 'gran' aprecio que tienen a las niñas en China, por lo visto
tampoco quieren que caminen mucho para que no se alejen de casa, la vida
doméstica y su marido. En cuanto a los collares de Tailandia, me limitaré a comentar que corre riesgo
la vida de la propia mujer. Las vértebras, al ser alargado artificialmente
el cuello, se rompen. Sólo basta con quitarles el collar para matarlas. ¿A eso
le llaman belleza?.
Europa: mujeres más bien altas y tez ni muy pálida (lo
siento por las nórdicas) ni muy morena. Aunque varía mucho según el país, en
general tienden bastante a la idea de ’90-60-90’ y a la delgadez. Como en
Occidente el nivel económico es más alto, tienen la posibilidad de pagarse liposucciones,
cirugía facial, prótesis mamarias,etc. También hacen esas dietas (como la
Dunkan) hiperextremas en las que las comidas se reducen a agua y alimentos bajos
en calorías. Ah, y el fitness que no falte.
Revisión cultural: el '90-60-90' si no lo tienes por
constitución vas jodida. Tiene gracia eso de que aún teniendo dinero se den ‘el
lujo’ de pasar hambre comiendo aire. El gimnasio no está mal, pero eso de ‘fitgirl’
y ‘bodybuilding’ ha hecho MUCHO daño. Demasiadas cuentas de fitness con cuerpos
esculpidos por Miguel Ángel en Instagram.
Latinoamérica: curvas exuberantes (mucho
trasero, mucho pecho, poca cintura) basadas en la imagen idílica de la
brasileña. La tez, morena. No he conocido ninguna práctica extraña. Pero nací
en Latinoamérica y por propia experiencia he notado una mayor exigencia hacia
lo femenino . Un claro ejemplo son los cientos (y malditos) certámenes de
belleza. En Colombia y Venezuela se acentúa más el deseo de ser la de mejor
físico.
Revisión cultural: enseñar menos a ponerse guapas, demasiada
importancia sinsentido a que te quepa el
vestido del concurso porque si no es así
estás ‘demasiado vaca’ y no vas a ganar. Los libros en la cabeza para saber
caminar con tacones : ¡NO!. El libro dentro de la mente: ¡SÍ!. Que no luce por
fuera pero enriquece por dentro. Y luego nos reímos porque Confucio fue el que
inventó la confusión.
África: la tez negra, por
condición de raza, supongo. Nos pasamos al otro extremo en cuanto a Occidente, ya
que en algunos países cuanto más peso tenga la mujer, mejor (es señal de un
buen estatus social). En otros es símbolo de belleza llevar la cabeza rapada,
según he leído se debe a una costumbre en la que el hombre le cortaba un mechón
a la mujer para ser su ‘dueño’ de por vida.
Revisión cultural: demasiadas
tribus que maltratan a la mujer por cultura. Como los toros en España, vamos.Quizá
es donde más extrañas sean las prácticas y también donde más se sufra
físicamente ya que se convierten en auténticas esclavas de su hombre.
Necesito parar porque de verdad
que me enerva y no quiero echar espuma por la boca.
Desde pequeñas se nos exige
hacer, vestir, decir ‘esto y lo otro’ con el único objetivo de gustar al
hombre. De ahí la competencia, la rivalidad entre mujeres. Nos preocupamos por
el papel que nos envuelve no por amor propio sino porque nos importa más gustar
al que nos mira que a nosotras mismas.
Somos envidiosas de aquellas que
tienen buen físico o de las que triunfan y en lugar de alegrarnos, buscamos el
fallo.
La culpa no es de la mujer. La
culpa es del patriarcado. Y como ninguna nace deconstruída, tenemos que ir
aprendiendo poco a poco a apoyarnos las unas a las otras y no a hundirnos como
nos enseñó la sociedad.
Deberíamos:
- Querernos.
- Aceptar nuestro cuerpo.
- Cambiarlo a nuestro antojo si se nos antoja, no por los demás.
- Dejar de tener miedo a la talla 38.
- Dejar de envidiar lo que no es sano.
- Dejar de decir que hay que bajar de peso ‘por salud’ (excusa barata).
- Empezar a aceptar que ‘gorda’ no es un insulto.
- Pensar que gorda y guapa sí son compatibles.
- Querernos (sí, otra vez).
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