jueves, 3 de septiembre de 2015

Superficialidad y otras esclavitudes.

Hoy me veo obligada a escribir esto. Para compartirlo con todxs y para ver si así hago un poquito de ‘autoayuda’ y me lo meto en la cabeza de una vez.
Con todo el tema del ‘bodyshaming’ a la orden del día, ya sea por lo del famoso ‘#dontjudgechallenge’ las campañas de ‘tallas grandes’ o la moda del ‘tigh gap’ y demás; tenemos bien caliente esto de cánon y complejo.
El caso es que el cuerpo de la mujer siempre ha sido una especie de fetiche en todas las culturas. Por eso somos las que más nos machacamos con respecto al físico.
Intentaré ser clara. Aviso de antemano que el contenido feminista va a ser obvio. Si eres un closeminded/machirulo, cierra ventana y gracias por venir.
No me voy a remontar a siglos pasados porque esto quedaría demasiado extenso, pero hagamos un repaso de distintas culturas (las más populares) y su idea de belleza en el sexo femenino:

         Asia: mujeres no muy altas, más bien de pequeña o mediana estatura y tez clara. Anteriormente, en países como China, se usaba vendar el pie de las niñas para que lo tengan pequeño; resulta que esto era femenino (y machista a más no poder). Las mujeres caminaban a pasos diminutos. Aún perdura esta costumbre en señoras de avanzada edad. En Tailandia sigue existiendo una práctica peor aún, los collares de anillos para alargar el cuello (seguro habrán visto alguna foto por ahí).

Revisión cultural: ¿por qué querrán que los pies sean pequeños si  eso no es para nada funcional?. No es ningún secreto el 'gran' aprecio que tienen a las niñas en China, por lo visto tampoco quieren que caminen mucho para que no se alejen de casa, la vida doméstica y su marido. En cuanto a los collares de Tailandia, me limitaré a comentar que corre riesgo la vida de la propia mujer. Las vértebras, al ser alargado artificialmente el cuello, se rompen. Sólo basta con quitarles el collar para matarlas. ¿A eso le llaman belleza?.

        Europa:  mujeres más bien altas y tez ni muy pálida (lo siento por las nórdicas) ni muy morena. Aunque varía mucho según el país, en general tienden bastante a la idea de ’90-60-90’ y a la delgadez. Como en Occidente el nivel económico es más alto, tienen la posibilidad de pagarse liposucciones, cirugía facial, prótesis mamarias,etc. También hacen esas dietas (como la Dunkan) hiperextremas en las que las comidas se reducen a agua y alimentos bajos en calorías. Ah, y el fitness que no falte.

Revisión cultural: el '90-60-90' si no lo tienes por constitución vas jodida. Tiene gracia eso de que aún teniendo dinero se den ‘el lujo’ de pasar hambre comiendo aire. El gimnasio no está mal, pero eso de ‘fitgirl’ y ‘bodybuilding’ ha hecho MUCHO daño.  Demasiadas cuentas de fitness con cuerpos esculpidos por Miguel Ángel en Instagram.

      Latinoamérica: curvas exuberantes (mucho trasero, mucho pecho, poca cintura) basadas en la imagen idílica de la brasileña. La tez, morena. No he conocido ninguna práctica extraña. Pero nací en Latinoamérica y por propia experiencia he notado una mayor exigencia hacia lo femenino . Un claro ejemplo son los cientos (y malditos) certámenes de belleza. En Colombia y Venezuela se acentúa más el deseo de ser la de mejor físico.

Revisión cultural: enseñar menos a ponerse guapas, demasiada importancia sinsentido a  que te quepa el vestido del concurso porque si no  es así estás ‘demasiado vaca’ y no vas a ganar. Los libros en la cabeza para saber caminar con tacones : ¡NO!. El libro dentro de la mente: ¡SÍ!. Que no luce por fuera pero enriquece por dentro. Y luego nos reímos porque Confucio fue el que inventó la confusión.

        África: la tez negra, por condición de raza, supongo. Nos pasamos al otro extremo en cuanto a Occidente, ya que en algunos países cuanto más peso tenga la mujer, mejor (es señal de un buen estatus social). En otros es símbolo de belleza llevar la cabeza rapada, según he leído se debe a una costumbre en la que el hombre le cortaba un mechón a la mujer para ser su ‘dueño’ de por vida.
      
    Revisión cultural: demasiadas tribus que maltratan a la mujer por cultura. Como los toros en España, vamos.Quizá es donde más extrañas sean las prácticas y también donde más se sufra físicamente ya que se convierten en auténticas esclavas de su hombre.

        Necesito parar porque de verdad que me enerva y no quiero echar espuma por la boca.
        Desde pequeñas se nos exige hacer, vestir, decir ‘esto y lo otro’ con el único objetivo de gustar al hombre.   De ahí la competencia, la rivalidad entre mujeres. Nos preocupamos por el papel que nos envuelve no por amor propio sino porque nos importa más gustar al que nos mira que a nosotras mismas.
      Somos envidiosas de aquellas que tienen buen físico o de las que triunfan y en lugar de alegrarnos, buscamos el fallo.
          La culpa no es de la mujer. La culpa es del patriarcado. Y como ninguna nace deconstruída, tenemos que ir aprendiendo poco a poco a apoyarnos las unas a las otras y no a hundirnos como nos enseñó la sociedad.

Deberíamos:
  1. Querernos.
  2. Aceptar nuestro cuerpo.
  3. Cambiarlo a nuestro antojo si se nos antoja, no por los demás.
  4. Dejar de tener miedo a la talla 38.
  5. Dejar de envidiar lo que no es sano.
  6. Dejar de decir que hay que bajar de peso ‘por salud’ (excusa barata).
  7. Empezar a aceptar que ‘gorda’ no es un insulto.
  8. Pensar que gorda y guapa sí son compatibles.
  9. Querernos (sí, otra vez).

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